Una reflexión sobre el boom del sector desde el Coworking Gràcia
Tras pasar meses en casa, en el Coworking Gràcia retomamos actividad tras la primera ola de COVID-19 con ganas pero también sabiendo que algo había cambiado para siempre. Desde el paulatino regreso de nuestros compañeros a lo largo del verano de 2020 y todo 2021, hasta el momento actual, la actividad -siempre con las medidas de seguridad a la cabeza- se ha reactivado pero con diferentes ritmos. Por un lado, cada vez más, los equipos simultanean el trabajo remoto -desde sus casas- con el aire fresco de la oficina compartida y, además, llegan nuevos profesionales y empresas que hace unos años no se hubieran planteado trabajar desde un espacio como este. La tendencia parece ser genérica. Según el informe de la inmobiliaria Cushman & Wakefield los coworkings ya no solo se orientan a trabajadores del sector tecnológico o startups como en sus inicios, sino a todo tipo de empresas. En el Coworking Gràcia, si bien siempre hemos trabajado con un ramillete de profesionales y empresas muy abierto, comprobamos hoy que agencias, autónomos de las compras o la internacionalización y hasta industrias culturales usan nuestras instalaciones y encuentran su sitio en nuestro rincón del barrio de Gràcia en Barcelona.
Además, la pandemia ha acelerado el home office pero, de la misma manera, también ha traído consigo la necesidad de tener espacios para compartir ese tiempo con otras personas y que no siempre estemos operando desde del salón de nuestra casa. En los últimos meses, muchos profesionales que, de repente, trabajan 100% en remoto se encuentran con la necesidad de buscar lugares donde compartir con otros y es ahí donde cobramos importancia. No en vano, durante 2021 se abrieron 20 centros más de Coworking en España y ya representan el 1,26% del catálogo de oficinas en Madrid y el 2,7% en Barcelona según el EMEA Flex Report 2021 de CBRE.
Aunque en el Coworking Gràcia ya fuimos pioneros en este tipo de iniciativas con nuestra oferta de yoga semanal o terapias alternativas, parece que este nuevo boom de los espacios compartidos también está llevando a una mayor especialización y a la competencia por las actividades sociales. Los espacios de Coworking de Barcelona, en ocasiones, ofrecen menús vegetarianos, espacios de lounge y programación social. Los próximos meses, sin duda, ahondarán en este tipo de oferta y desde nuestro espacio de trabajo compartido estamos seguros de que conseguiremos aplicar nuestro personal carácter -cercano, familiar, de confianza- a estas ganas de socializar y hacer cosas que florecen tras las olas pandémicas y al calor de la primavera. Seguiremos informando.
