Coworking Gracia te ayuda a combatir la procrastinación
¿Pospones obligaciones laborales en pro de otras menos importantes? Que no cunda el pánico. No eres una persona perezosa y en Coworking Gracia sabemos a qué se debe esta práctica que, no nos engañemos, es tediosa y supone una gran carga mental. Y es que, como decía Saramago, “fatiga más lo que no se hace, descansar es haberlo hecho”. Por eso, porque sientes el peso psicológico del deadline y sufres por ello (estrés, ansiedad, sensación de holgazanería, baja autoestima, culpa…), vamos a explicarte en qué consiste la procrastinación, a qué se debe y, sobre todo, cómo puedes evitarla.
¿Por qué procrastinamos?
Dar una vueltecita por Facebook, mirar alguna story en Instagram, comprar entradas para un concierto, ordenar los cajones del escritorio… Hay mil ejemplos de actividades que impiden que termines esa entrega. Pero, ojo, aunque pensemos que la procrastinación tiene que ver con la productividad, está mucho más relacionada con la gestión emocional aunque, irremediablemente, termine afectando a la primera. Y es que nuestro cerebro busca recompensas inmediatas en un círculo del que es difícil salir.
¡Pero no es una enfermedad! Todo lo contrario, forma parte de nuestra condición humana, una lucha en tu cerebro entre la parte que busca el placer y la racional y, en ocasiones, gana la primera. El problema es que la procrastinación resulta adictiva para nuestra materia gris y, a no ser que la frenemos, irá creciendo.
Los motivos para posponer el trabajo son muchos y no siempre están relacionados con el placer. De hecho, es muy común en personas muy perfeccionistas que tienen miedo de empezar una actividad por no poder cumplirla bajo sus parámetros de excelencia. También suele darse en labores muy complejas en las que es difícil saber por dónde empezar.
Cómo dejar de procrastinar
En Coworking Gracia somos conscientes de que no entregar un encargo en plazo o esperar hasta el último momento para hacerlo, además de afectar emocionalmente, se traduce en una merma de la productividad. El resultado de ese trabajo no suele estar a la altura de otro que se hubiera hecho con más tiempo y tranquilidad (sin entrar a valorar lo que implica un retraso para tu cliente o el resto del equipo).
Por eso, si crees que procrastinas y has leído hasta aquí, ¡enhorabuena! Ya has dado el primer paso. ¿El siguiente? Tomártelo en serio, enfrentarte a la situación buscando soluciones y organizarte con la ayuda de dos herramientas fundamentales: la prioridad y la planificación.
Empieza por descifrar y clasificar las prioridades. Las fechas de entrega pueden orientarte muy bien en este sentido pero, en caso de que no existan o estas cambien (cosa en muchas ocasiones inevitable, por cierto), prioriza los trabajos más importantes. Trabajando así no tendrás la sensación de que estás perdiendo el tiempo.
Una herramienta muy útil en este sentido es la Matriz de Eisenhower que te permitirá dividir las tareas en cuatro tipos: urgentes e importantes; importantes, pero no urgentes; urgentes, pero no importantes y ni urgentes ni importantes.
Una vez vista la priorización, la planificación previa será tu otra gran aliada en todo este proceso. Así, al acabar tu jornada, detalla en un listado las actividades que vas a hacer la siguiente con organización: divide las tareas grandes en subtareas más sencillas hasta el punto que ninguna de ellas te lleve más de 45 minutos. Para ello no dudes en hacerte con todo el arsenal (on u offline) necesario: post it, calendarios, agendas, cuadernos, aplicaciones… Eso sí, que la adquisición de los mismos no sea una causa de procrastinación, ¿eh?
Los niveles de exigencia (propios o externos) unidos al estrés y las prisas diarias nos afectan emocionalmente y a nuestra productividad. De ahí la importancia de trabajar en un entorno amable y profesional en el que se facilite la concentración, no nos expongamos a posibles distracciones y nos rodeemos de ambientes y dinámicas laborales productivas y positivas. Porque sabemos que la productividad en el entorno laboral también se contagia, nada como Coworking Gracia.